Cómo recuperar un campo de fútbol - PARTE II

Un banco de tres patas

El enfoque de cualquier programa de suelo eficiente debería siempre incluir un análisis químico, uno físico y uno biológico. Este es el antiguo diagrama del “taburete de tres patas” que puede encontrarse en cualquier libro de ciencia sobre suelos que se precie de tal. Las tres deben ser iguales o el banco caerá al suelo. La química afecta a la física, la cual a su vez afecta a la biología y es, en último término, la biología del suelo la que hace que todo funcione en el suelo.

Con un mejor entorno para la biología, el cual puede determinarse mediante un correcto análisis del suelo, podemos obtener mejores niveles de humus en el mismo. Los encargados de mantenimiento de césped están notando cada vez más que, al diseñar un programa en base al carbono, reducen insumos y ahorran dinero. Todo esto comienza por la química (el análisis del suelo) que es nuestro primer factor limitante. De hecho, un buen estudio de suelo puede constituir en realidad sólo 50% fertilidad, siendo el resto física y biología. Entonces, ¿por qué dedicamos tanto tiempo exclusivamente al PH y a los tres nutrientes básicos?
En un reciente estudio realizado en una cancha de fútbol, observamos que el suelo se encontraba muy desequilibrado. La saturación básica del calcio era de un 45% y la del magnesio se encontraba en el rango del 40%. Esto dejaba muy poco espacio para otros cationes como el hidrógeno y, de hecho, el porcentaje de hidrógeno era del 0%, lo que significaba que el PH se encontraba por encima del 7.0.
Dado que los porcentajes de saturación básica sumaban siempre 100%, sabíamos que al añadir calcio en la forma de piedra caliza con altos niveles de calcio (la cal dolomítica habría añadido demasiado magnesio) reduciríamos el magnesio de los coloides del suelo y abriríamos el suelo lo suficiente como para introducir aire y agua en el perfil. Esto también permitió que el hidrógeno (acidez) se apoderara de los coloides del suelo, disminuyendo el PH del suelo, un fenómeno que hemos observado en numerosas ocasiones en campos deportivos de todas partes del país. Este suelo mostraba un elevado nivel de CEC, por lo que tomó algunos años, pero luego del informe de Bob Studholme sobre los campos, volvimos a ver el suelo abrirse y mejorar el drenaje. El nutriente más importante para el suelo ha sido siempre el oxígeno y la mejor manera de obtener oxígeno en la zona radicular es restituyendo el suelo en forma adecuada en base a un correcto análisis del mismo y siguiendo los consejos de ese estudio.
Al reparar un campo deportivo o diseñar el programa para el próximo año, la mejor inversión que Usted puede hacer es asegurarse de entender exactamente qué le está diciendo su suelo, y la única manera de hacerlo es tomar una prueba en un laboratorio de análisis de suelo de reconocida trayectoria. El informe resultante le indicará qué tratamiento es mejor aplicar a fin de obtener un rendimiento, recuperación y reducción de los insumos óptimos.

Existen muchos buenos asesores en nuestra industria que saben leer bien un estudio de suelo de saturación completa y pueden ser de gran ayuda para descubrir qué dirección debería tomar un programa de mantenimiento de césped a fin de obtener un máximo rendimiento. Siempre que se respetaron cuidadosamente las pautas del mismo, jamás vi una inversión en un buen estudio de suelo que no resultara a la larga redituable.

Joel Simmons es agrónomo en Easton, Pennsylvania, Estados Unidos. Se ha desempeñado como Penn State County Extension Agent y como instructor de suelos en la Universidad de Rutgers.
El presente artículo fue cedido a TGM por la Sports Turf Managers Association y extraído de su sitio Web

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