Arboles en el jardín - Principios básicos |
¿Un árbol para qué?
A la hora de buscar un árbol siempre es bueno preguntarse para qué se quiere el árbol.
¿Que sea decorativo y práctico, de flores y sombra, que crezca rápido sin ser invasor?
No existe el árbol perfecto. Los que florecen en primavera, como los frutales, no destacan por su porte ni son buenos ejemplares de sombra, y tampoco sirven para aislar. Los árboles de sombra, en cambio, no destacan por su floración pero aportan color en otoño y garantizan la entrada de sol y luz a la vivienda en invierno.
La gente suele plantar árboles de hojas perennes porque les ahorra el tiempo con la caída de las hojas en el otoño, es una pena, porque hay mucha más variedad y dan mucho colorido al jardín.
El espacio es el que manda
Llegados a este punto, entra en juego uno de mayores condicionantes en la elección del árbol: el tamaño del jardín.
Los jardines grandes o medianos ofrecen una gran libertad, pero en los pequeños es la clave para acertar.
¿Es mejor elegir un buen ejemplar y complementar con otro tipo de plantas, o combinar árboles de porte pequeño?
Si un jardín es pequeño (de 30 a 50 metros cuadrados) y se planta un árbol de gran desarrollo puede que al final solo quede espacio para él
Ante la duda: jardín pequeño, árbol pequeño.
Podemos disfrutar desde el principio de un árbol muy desarrollado y con una forma buena.
Es mejor tener poco y bueno: los jardines pequeños no dan para tener demasiada variedad.
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